viernes, 16 de octubre de 2009

A la 7ª fue a la vencida

Todo empezó en el año 2003 cuando tras ganar la soperina el año anterior (algunos, otros quedaron a las puertas jiji) se da el salto a la categoría de Sopera. Sin ser Barettini todavía y con dos grupos diferentes empezamos a trabajar con las técnicas que año tras año iríamos depurando hasta el día de hoy. Ese año se bajaron el Pezón de la Piniella y una réplica bastante exacta del coche de Fernando Alonso. Pero como ambos grupos vimos que la unión hace la fuerza, así fue como surgió LOS BARETTINI el año siguiente:
Un caza de cuarta y cote fue la carroza del año 2004, con la que se empezaban a apuntar maneras.
El cocodrilo de Lacoste y disfraz de pijos fue la carroza de 2005, muy original y que marca el punto de inflexión entre carrozas grandes... carrozas bonitas... y carrozas ganadoras. Este año empezábamos a optar de verdad al gran premio.
Fue en el año 2006 con la Santa María de Cristobal Colón cuando la sopera era nuestra, pero el exceso de peso de la carroza, la mala calidad de la base que la soportaba y un regodón en mala situación nos la quitó de las manos.
Llegaba el año 2007 y se cumplían 2 años sin llegar a la Chalana (1 decenso si, pero 2 añazos), pero Obelix no iba a dejarse vencer precisamente fácil y con la botella de sidra a la espalda (original tu, tu) llegó a la chalana como nuevo, pero otra sopera que veíamos pasar delante de nosotros.
El año 2008 otro tanto de lo mismo, carroza impresionante, originalidad al máximo y unos Mortadelo y Filemón a la gaita y al tambor que rozaban la perfección (original otra vez tu, tu); pero el descenso ya no es lo que era y ya no se premia lo mismo que antes. Otra sopera que se nos vuelve a pasar por delante pero tampoco se queda con nosotros. Destacar que como siempre hay algo positivo en lo negativo, se ficha a Pelayo "el gaiteru" con contrato vitalicio.
Llega el año 2009 y pese a que la gente ya estaba muy quemada, el Fibras (que como el diablu, nun descansa) decide hacer otro barco, quitarse la espina y de paso ganar de una vez la sopera. Se hace un barco todavía mejor que el anterior (y eso que parecía imposible), esta vez escocés. Una decoración de impresión y un monstruo del "Lago Ness" atacándonos que será toda una revolución para nosotros.
Tras pasarlo mal, muy muy muy mal en el río y casi darlo todo por perdido llegamos a la Chalana. Por fin un barco nos llega vivo a la chalana. Este año si, la sopera es nuestra.
¿Merecíamos ganar este año? ¿Lo merecíamos más otros años? Puede que si, puede que no. Lo que si tengo claro es que después de 7 descensos, una sopera tenía que tener nuestro nombre, el de

LOS BARETTINI.

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